-Tomar Conciencia de cómo fue tu infancia. La conciencia es el 50% de la solución.
-Desprogramar escenas dolorosas de la infancia. Muchas escenas de abandono, rechazo, culpa,… que se han grabado con fuerza en el subconsciente y siguen atrayendo las mismas experiencias.
-Patrones de control.Hemos adoptado “personajes” que aprendimos en la infancia, para buscar la aprobación, el cariño, el reconocimiento,… de los demás, pero ahora “pesan” y es hora de liberarse. (víctima, complaciente, cuidador, “el chico perfecto”, etc.)
-Lenguaje interno. ¿Cómo te hablas? ¿Autoexigencia? ¿Culpa? ¿Te juzgas sin piedad? ¿Te dices lo mismo que te decían en tu infancia, aunque no te gustase?
-Apegos emocionales.Buscamos que algo o alguien, llenen nuestros vacíos: especialmente la pareja. O a través de adicciones (comida, sexo, dinero, el trabajo, etc.)
-Falta de merecimiento. Si no me quiero, me respeto: ¿cómo atraer abundancia a mi vida?
-Relación con los Padres.La relación con tus padres tiene influencia en todas las áreas de tu vida.
-Creencias limitantes. Las creencias limitantes, la mayoría adquiridas en la infancia, atraen desarmonía. Imprescindible eliminar esas creencias.
–¿Qué tipos de relacionesatraes a tu vida? ¿Algún patrón repetitivo?
-Poner límites desde la asertividad.
-Aprender a manejar el dolor. Las emociones dolorosas es necesario sentirlas y después dejarlas ir, no reprimirlas, porque pueden crear grandes bloqueos.
-El niño herido en la relación de pareja. La pareja conecta con fuerza con “la huella de abandono”, con las carencias de la infancia.
-Formas de conectar con tu niño-a interior.
-Diálogo con tu niño-a interior y Yo superior.